Escándalos de corrupción, crisis económica y derrotas legislativas erosionan la narrativa de Milei, que llega a las elecciones en estado de emergencia
## Una semana negra para Milei
El oficialismo de La Libertad Avanza atravesó su peor semana desde la asunción de Javier Milei. Las denuncias por coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad desataron un terremoto político. Los audios de Diego Spagnuolo, ex funcionario caído en desgracia, dejaron al Gobierno contra las cuerdas. La crisis no solo salpica a la transparencia que Milei prometía, sino que desnuda luchas internas y un gabinete desgastado. En paralelo, la economía —presentada como bastión oficialista— comenzó a mostrar fisuras serias.
## Escándalo de las coimas: el golpe al “valor moral” libertario
El juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi aceleraron la investigación. Spagnuolo, junto a exfuncionarios y empresarios farmacéuticos, quedó en el ojo de la tormenta. Un allanamiento en Pilar reveló fajos de dólares y pesos escondidos en sobres, prueba incómoda para el relato anticasta. La prohibición de salida del país para los implicados agrava la tensión. El Gobierno teme que Spagnuolo hable más de la cuenta y arrastre a figuras centrales de la estructura libertaria.
## Milei, entre el shock y el silencio
Mientras la crisis escalaba, la Casa Rosada eligió callar. Guillermo Francos apenas atinó a declarar que el Gobierno estaba “tranquilo”. En realidad, reinaba la zozobra: nadie sabe hasta dónde puede escalar el caso. La inacción presidencial refuerza la idea de un Milei aislado en su burbuja económica. Karina Milei y Santiago Caputo concentran decisiones sin control político claro.
## La interna libertaria al rojo vivo
El escándalo expuso las grietas del llamado “triángulo de hierro”. Los Menem, encargados de la rosca política, quedaron bajo sospecha. Caputo intenta salvar la gestión, pero choca con sus rivales internos. La falta de conducción genera un vacío que amenaza con hundir al Gobierno. Incluso aliados del PRO advierten que sin política real “es imposible gobernar un país”.
## Economía en turbulencia: de fortaleza a talón de Aquiles
El programa económico, carta de presentación de Milei, ya no transmite confianza. La cancelación de las LEFI en julio desató volatilidad y recordó el fiasco macrista de 2017. Las tasas por las nubes y el consumo en caída golpean al conurbano bonaerense. Los propios informes de consultoras advierten que el “plan” ya no marcha como se esperaba. Las expectativas familiares y económicas, según Isonomía, se derrumbaron en los últimos meses.
## Derrotas legislativas y confusión electoral
En el Congreso, Milei sufrió dos reveses en 48 horas. Solo evitó un desastre mayor gracias al veto previsional.
El oficialismo mostró torpeza negociadora y quedó expuesto ante sus supuestos aliados. En las provincias, los acuerdos con gobernadores se desmoronan. El clima electoral es débil: la confusión entre candidatos y alianzas desconcierta hasta a los propios votantes libertarios.
## El relato contra el kirchnerismo, sin efecto
Milei intentó instalar un nuevo eslogan: “kirchnerismo nunca más”. El giro comunicacional no generó el impacto esperado en campaña. Incluso desde dentro de LLA admiten que el mensaje no prende en la sociedad. Cristina Kirchner, por su parte, se permitió ironizar desde redes sobre la crisis libertaria. La oposición observa y capitaliza la debilidad del Gobierno.
## Un gabinete agotado y en riesgo de cirugía mayor
La Casa Rosada analiza una reestructuración profunda tras las elecciones. La posibilidad de fusiones ministeriales y cambios en Economía sobrevuela los pasillos. Nombres como Nicolás Pino o Juan Pazo suenan como posibles incorporaciones. Pero la decisión final depende del resultado electoral y del humor de Karina Milei. Hasta ahora, el presidente rehúsa asumir la magnitud de la crisis.
## Tiempo en contra y un poder debilitado
Con dos meses hasta las elecciones, el Gobierno corre contra reloj. El escándalo de corrupción se mezcla con el deterioro económico. Las derrotas parlamentarias reflejan aislamiento y debilidad política. El oficialismo insiste en mirar para otro lado, pero la realidad se impone. El Milei que prometía “barrer la casta” terminó atrapado en las mismas prácticas que decía combatir.
(Con información de Infobae)