El Gobierno sufre por la merma en la aprobación de su gestión. Veto a financiamiento universitario puede herir a LLA si no consigue dos tercios por cámara. Gobernadores aliados en duda. El PRO toma distancia. La batalla por el PJ: Cristina vs Quintela.
Por Ariel Basile
(eleconomista.com.ar)
La gestión de Javier Milei entró una fase acelerada de desgaste. La marcha universitaria volvió a hacer mella en el Gobierno. Pero, a diferencia de la de abril, esta vez no fue un golpe aislado. La Libertad Avanza dejó la cara descubierta, quizás por haber sobreestimado la paciencia de la sociedad, o por haber comprado el microclima de las redes, que deja de coincidir con el de la calle.
El reclamo estudiantil es transversal y heterogéneo. Apunta a incidir en la política real, no solo a exhibir un descontento. Los universitarios, mejor organizados para manifestarse que los jubilados, apelarán a hacer valer una territorialidad que no tiene incluso el oficialismo. Las universidades públicas ostentan en las provincias un prestigio que en general supera a los gobernantes locales y, ya están presionando a diputados que se mostraron amigables con el Gobierno en otras instancias. Para los organizadores, la movilización en el interior fue mayor a la de abril. Un dato a observar, en especial en distritos como Córdoba, corazón de la victoria electoral de Milei.
La situación económica, que sigue sin repuntar pese a ciertos logros macroeconómicos de la administración libertaria, empuja al descontento. Lo huelen los opositores. Sectores del peronismo empezaron a fantasear con la retórica del “Cristina Vuelve”, el radicalismo espera ganar cohesión a partir de una bandera propia como las universidades públicas, el PRO se entusiasma con ponerse acaso por primera vez delante de Milei. Hasta algunos libertarios desplazados asoman la cabeza para marcar diferencias.
Javier Milei reafirmó el veto a la ley de financiamiento universitario apenas terminada la marcha. Sin tener los votos en el Congreso para blindarlo, a diferencia de lo ocurrido con la reforma jubilatoria. No habrá esta vez “87 héroes”. De haber asado, será para menos comensales.
Mientras que en la primera marcha federal amplió el presupuesto a las casas de estudio para gastos de funcionamiento, en esta oportunidad redobló la apuesta, incluso con una campaña de desprestigio contra las universidades. Ahora, Milei no tenía margen para mostrar debilidad, aunque la jugada podrá dejarlo herido si no logra conseguir un tercio de los votos en cada cámara. Una señal de endeblez hacia afuera, inclusive para los mercados, que suelen no perdonar esas situaciones.
Las primeras marcas de caída en el nivel de aprobación lo hicieron a Milei volver a los discursos de campaña, agresivo contra los de siempre. Ni siquiera borró el vocablo “casta” del léxico, pese a que el gabinete y los lazos de sangre entre los funcionarios dan por tierra con el argumento de la anti política. “Es un ‘sí, pero’. Sí estamos en contra de la casta, pero el Gobierno está lleno de Menem. Sí, déficit cero, pero con la economía creciendo. Y así”, mencionaba a este medio un operador libertario que ayudó a Milei a llegar a la presidencia pero, luego quedó desplazado de la gestión. Hacen cola para marcar diferencias y reposicionarse. Creen que las balas le empezaron a entrar al Gobierno, y que esas rachas son difíciles de frenar. “La imagen positiva de arranque es el máximo al que puede llegar un presidente, después empieza a caer, y acá hay un desgaste muy grande en poco tiempo”, agregaba.
En ese marco, el estudio de imagen de la consultora Giaccobe registró por primera vez desde la asunción de Milei que, la imagen negativa supera a la positiva. Se cruzaron las líneas, 46 en rojo, 42 en verde. La línea roja, en subida; la verde, en bajada. Dibujan una X. Si, como le gusta hacer a Milei con partidas presupuestarias, se eterniza la tendencia, la brecha se irá ampliando.
El alivio para los libertarios, como ya venía ocurriendo, es que ningún opositor canaliza el enojo. Y los dirigentes del peronismo sigue midiendo peor que el presidente. Solo Victoria Villarruel está levemente mejor, aunque otros analistas creen que la vice no traslada a votos la imagen positiva.
También la consultora Sentimientos Públicos, que dirige Hernán Vanoli, describió que el pesimismo (45%) supera al optimismo (35%) respecto al rumbo del Gobierno, mientras que el 14% no ve cambios sustanciales. “El deseo de un Estado que asfixie menos no implica el apoyo a un Estado que desatienda a los débiles”, aseguró Vanoli. “El plan maximalista del presidente no despierta pasiones en un presente que no da razones para creer. Los argumentos de corte económico son insuficientes para una población golpeada en lo material y lo simbólico”, agregó.
-PRO: libertad de acción
El poroteo en el Congreso desvela en la previa de la sesión del miércoles, cuando se empezará a tratar el veto en Diputados. Los rectores ya aprietan para que no acompañen a Milei en distritos como Tucumán, donde el gobernador Osvaldo Jaldo está en un brete. ¿Apoyar también en esta al presidente? Hay lazos en común con la Universidad Nacional de Tucumán, que comparte con el Ejecutivo provincial la propiedad del Canal 10, el de mayor penetración en los hogares tucumanos. El bloque Independencia, de tres voluntades, duda de estar del lado de los “héroes” en esta votación.
También hay docentes universitarios entre los legisladores nacionales. Un ejemplo, Pamela Calletti, la salteña que preside el bloque Innovación Federal. Con terminal directa con el gobernador Gustavo Sáenz, ya anunció que esta vez, al igual que los otros dos salteños del espacio, rechazará el veto. En la reforma jubilatoria, se habían abstenido. Esperan ahora la decisión de los misioneros y rionegrinos, que no es expidieron aún. Responden a los mandatarios Hugo Passalacqua y Alberto Weretilneck, respectivamente, que negocian directo con la Casa Rosada.
En tanto, el PRO, sobre el que se centran todas las miradas, tomará el camino salomónico, que en rigor será una puñada al oficialismo: la libertad de acción. “Los de Patricia Bullrich van a acompañar el veto, otros rechazarán como ya anunció Álvaro González y otros no van a bajar a votar”, expresaron desde la mesa chica del macrismo a Ámbito.
En el partido de Mauricio Macri ya ven también signos de desgaste del Gobierno, y esperan ahora sentarse en otra posición para negociar con Milei. El expresidente se reunió con Santiago Caputo. Era el momento que esperaba, que le fueran al pie. La desconfianza la expresó un macrista pura cepa, Fernando De Andreis, quien fuera en tiempos de Cambiemos el secretario general de la Presidencia, mismo cargo que ahora tiene Karina Milei. “Como el escorpión que mata a la rana que lo está ayudando a cruzar el río, no pueden resistirse, está en su naturaleza”, dijo en Twitter. También el PRO huele sangre.
(P12)
-PJ: ampliación o polarización
En el desconcierto post electoral, el peronismo por lo menos encontró su lugar en la grilla. Es oposición, sin vueltas. La nueva situación de un Milei a la baja, pero más combativo que antes, dio la excusa del “operativo clamor” para instalar la candidatura de Cristina Kirchner al PJ, lugar al que ya se había postulado el gobernador riojano Ricardo Quintela, quien atraviesa su segundo mandato en la provincia.
La jugada deja a algunos mandatarios, en especial a Axel Kicillof, en una situación incómoda. El bonaerense no se expresó al respecto y, dijo haberse enterado por las redes sociales durante su estancia en México, donde participó de la asunción de Claudia Sheinbaum. “Va a esperar a hablar con los actores que están involucrados”, dijeron en su entorno, para ganar tiempo. En el kirchnerismo confirmaron que no hubo diálogo previo con Kicillof y esperan sus declaraciones al respecto esta semana. El exministro de Cristina Kirchner participó del acto de Quintela en La Rioja, cuando se postuló públicamente para presidir el PJ. El riojano ya avisó que está dispuesto a competir. Las listas cierran en dos semanas. Las elecciones, en noviembre.
“Cristina, a diferencia de los gobernadores que tienen que dialogar con Nación por obligación, puede todos los días ponerse enfrente de Milei, y por su potencia va a ser escuchada”, mencionan en el Instituto Patria. Allí aseguraron que el formoseño Gildo Insfrán fue parte del ajedrez del lanzamiento de Cristina, que incluyó una aparición “sorpresa” por La Matanza: dardo a Kicillof y al intendente local Fernando Espinoza. Una continuidad de la interna en provincia de Buenos Aires, donde La Cámpora sigue tirando petardos al gobernador, y nadie a esta altura podría sostener que eso ocurre sin avales de la expresidenta.
Quintela, que habló con Cristina por última vez en junio, venía juntando voluntades, y algunas tribus del PJ creen que el riojano puede ampliar la convocatoria y, ser un llamador, para dirigentes algo alejados como Jaldo o el catamarqueño Raúl Jalil. No es casual que en la semana desde su entorno hayan difundido un comunicado que dice: “Quintela ‘se parece a Néstor’ en algo más que su retórica inclusiva: su capacidad para unir al peronismo bajo un mismo techo, crear puentes entre diferentes actores, reconstruir la confianza de la militancia, siempre escuchando y tendiendo una mano a quien más lo necesita”.
“Un tablero en el que el presente del Gobierno puede llegar a incidir”.
(Fuente: Á)