En el marco del plan de ajuste estatal, la Nación formalizó este martes 8 de julio, la disolución, transformación y fusión de 21 organismos públicos, incluyendo áreas de salud, transporte, agroindustria, industria y seguridad vial. La medida, publicada en el Boletín Oficial, señala que las competencias esenciales serán reasignadas a ministerios y secretarías, mientras que el personal conservará sus cargos hasta la implementación de nuevas estructuras.
Uno de los organismos eliminados es el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT), con sede en Puerto Iguazú, cuya disolución el Gobierno justificó en “superposición de funciones” y presunta “falta de resultados concretos”. En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, el director del instituto, Cristian Humeres, expresó su profunda preocupación ante el cierre y detalló el impacto que la medida tendrá tanto en el ámbito científico como en la comunidad local.
“Nos enteramos por los medios. El viernes estábamos planificando cómo encarar la temporada de dengue y el martes nos disolvieron”, señaló con indignación.
-Un centro estratégico en la frontera
El INMeT contaba con 35 investigadores, mayoritariamente del propio instituto, aunque también algunos del CONICET. A ellos se sumaban cuatro administrativos, personal de limpieza, seguridad y parquización, alcanzando un total de unas 50 personas entre empleos directos e indirectos.
Humeres destacó que la creación del Instituto respondió a una necesidad estratégica: abordar de manera territorial enfermedades endémicas de alta incidencia en el noreste del país, como dengue, zika, chikungunya, leishmaniasis, fiebre amarilla, paludismo, hantavirus, rabia y tuberculosis.
“No fue una decisión accidental instalarlo en Iguazú, sino estratégica, porque es la zona con mayor vulnerabilidad epidemiológica y densidad biológica del país”, explicó el director.
Además, recalcó que el INMeT es el único instituto nacional de salud pública ubicado en zona de triple frontera, con capacidad de articulación transfronteriza y trabajo de campo directo.
-Infraestructura de primer nivel, ahora en riesgo
Humeres advirtió que, más allá de los recursos humanos, la pérdida del edificio del instituto implicaría un derroche monumental de fondos públicos.
“Estamos hablando de una estructura edilicia de más de 11.000 m², con laboratorios de primer nivel que no tienen comparación en el país. La capacidad técnica instalada acá es enorme y su pérdida es inconmensurable”.
El funcionario también cuestionó la falta de comunicación oficial. Según indicó, ningún integrante del ministerio de Salud ni de la administración nacional se contactó con el instituto para aclarar su futuro o el del personal.
-Radicación y arraigo: el drama humano detrás del cierre
Uno de los aspectos más complejos del cierre, es el arraigo del personal científico en la Provincia. Muchos investigadores se radicaron en Misiones al ser convocados por el INMeT y hoy tienen allí sus hogares, familias y hijos escolarizados.
“Es muy difícil pensar en una relocalización a Buenos Aires. No solo por lo personal, sino porque esto nunca fue discutido. Mientras nosotros seguíamos trabajando, ellos lo estaban cerrando por detrás”, criticó Humeres.
-¿Superposición o sinergia?
Frente al argumento oficial de superposición de funciones, el director del instituto respondió con firmeza. Recordó que en 2019, la actual titular de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) fue quien solicitó la incorporación del INMeT a esa administración, justamente por su valor estratégico.
“Ningún otro instituto de la ANLIS está en territorio, y ninguno aborda la complejidad de las enfermedades que tratamos nosotros. Lejos de superponernos, potenciamos el trabajo de los demás”, aseveró.
Además, aclaró que la auditoría realizada este año fue superada con éxito y, que se reconoció la capacidad y potencial del INMeT, en todas sus dimensiones.
-Producción científica y compromiso territorial
Contrario a lo que señala el decreto, el Instituto de Medicina Tropical publicó más de 400 investigaciones científicas en revistas internacionales en sus 14 años de vida, superando a muchos otros institutos de la ANLIS.
-Entre sus principales líneas de trabajo se encuentran:
Investigaciones sobre leishmaniasis, dengue y otras patologías emergentes.
Estudios de campo sobre hantavirus y roedores, hasta entonces sin datos en Misiones.
Trabajos sobre parasitosis y su vínculo con la desnutrición infantil.
Investigaciones sobre orugas de interés sanitario como la taturana, y accidentes con ofidios y arañas.
“Decir que no tuvimos impacto, es no conocer absolutamente nada de lo que se hizo acá. Nos auditaron, aprobaron todo, y ahora nos dicen que no cumplimos objetivos. Es una falta total de respeto al trabajo científico”, sostuvo Humeres.
-Un llamado a la Provincia
Humeres también manifestó su esperanza de que Misiones pueda intervenir para no dejar que se pierda una infraestructura científica de este nivel.
“Muchos de los investigadores somos misioneros. Si el Estado nacional decide abandonar el edificio, sería interesante que la Provincia pueda aprovecharlo. No hay laboratorios así en todo el país”.
La eliminación del Instituto Nacional de Medicina Tropical no sólo deja un vacío institucional, sino también humano, científico y territorial. Para Humeres, la decisión del Gobierno representa una pérdida estratégica en la lucha contra enfermedades que afectan especialmente a las regiones más vulnerables del país.
“Ojalá esto no sea el final. Que se baraje de nuevo, pero que no se desaparezca lo que tanto costó construir”.
¿Qué es el INMeT?
El Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT), es un organismo dependiente de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS Malbran)
La institución se crea para la generación y difusión de conocimientos relativos a los determinantes y eventos que producen y reproducen las condiciones de transmisión o exposición a agentes relacionados con la salud de la región tropical y subtropical de la República Argentina, que contribuyan a fundamentar políticas de salud pública.
Se fundó a partir de la Ley 26534/2009, reglamentada por los decretos 125 de 2011 durante la presidencia de Cristina Fernández De Kirchner.
La institución se crea para la generación y difusión de conocimientos relativos a los determinantes y eventos que producen y reproducen las condiciones de transmisión o exposición a agentes relacionados con la salud de la región tropical y subtropical de la República Argentina, que contribuyan a fundamentar políticas de salud pública.
(Con información de misionesopina.com.ar)