Frente a la visibilización que hace un tiempo a esta parte están teniendo influencers, músicos, deportistas y personas en general en las redes sociales sobre temas como la salud mental y las consecuencias que trae el “de eso no se habla”, son muchos los que comenzaron a preguntarse e interiorizarse sobre el equilibrio emocional.
Un tabú que esta nueva generación ha desechado y que comenzó a ocuparse del tema. Pidiendo ayuda, primeramente al entorno más cercano para luego ir con profesionales de la materia.
Ce Multimedios se comunicó con la Licenciada en Psicología, Ivana Antonella Pissinis (MPN 898) quien expresó que “hablar de salud mental está dejando de ser un tabú en esta generación”. Desde esa premisa, la Licenciada manifestó que “es un punta pie para incitar a la reflexión de aquellos que se empiecen a cuestionar sobre su estado anímico, emocional y conductual”.
Por otra parte, la profesional asegura que para las generaciones más grandes el hecho de reconocer y pedir ayuda sigue costando un poco más y, hablar de cuestiones relacionadas a la salud mental, continúa siendo un tema incómodo de tratar.
¿Qué es la salud mental?:
“La salud mental es mucho más que la ausencia de trastornos. Es un estado en el que la persona es capaz de manejar problemáticas diarias, sentirse productivo, que puede contribuir con un otro. Busca el equilibrio emocional, la adaptación a cambios, relaciones saludables y una actitud positiva hacia uno mismo y a los demás”, explicó Pissinis.
A modo de sugerencia, la psicóloga advierte que aquellas personas que estén pasando por una situación de estrés deberían “tomarse un momento y conectarse con ellos mismos, entender sus emociones, sentimientos, pensamientos y comportamientos, lo que ayudaría a tomar decisiones informadas y mejorar la calidad de vida”. ¿Y cómo lograrlo? “Priorizar el bienestar físico y emocional es esencial. Hacer ejercicios, descansar lo suficiente, nutrir el cuerpo y el alma sanamente. Mantener conexiones positivas con el otro (familias, amigos, comunidad) puede fortalecer la salud mental y proporcionar apoyo en momentos difíciles”, aseveró.
Para finalizar, si una persona no puede asistir a terapia, pero desea cuidar su salud mental la Licenciada Ivana propone:
1) prestar atención a los hábitos básicos: que pueda descansar y dormir un tiempo considerado, alimentarse adecuadamente en ciertos horarios, que cuide su higiene y aseo personal.
2) reconocer las emociones, síntomas físicos o malestares.
3) llevar un registro emocional, donde pueda anotar por ejemplo las sensaciones de la semana (estrés, tristeza, enojo, preocupación, etc.) y en función de eso, ver sus determinantes.
4) llevar un registro de las cosas por agradecer (todo aquello que haga que la persona se sienta bien, ya sea un mate al despertar, estar en silencio hasta hablar con alguien o reír)
5) fortalecer los lazos con los vínculos que nutren, son seguros y aportan bienestar.
6) tener espacio de desconexión y conexión con uno mismo, ya sea a través de la meditación o actividades físicas.
Tener presente que la salud mental es tan importante como la física. Si tener fiebre te impide hacer cosas; la depresión y la ansiedad, también.