Se abre una nueva agenda para la salud mental en la Región de las Américas. Es a partir del informe de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud
El Proyecto de Salud Mental promueve, coordina e implementa actividades de cooperación técnica dirigidas a fortalecer las capacidades nacionales para desarrollar políticas, planes, programas y servicios, contribuyendo a promover la salud mental, reducir la carga que significan las enfermedades psíquicas, prevenir las discapacidades y desarrollar la rehabilitación.
Actualmente casi totalidad de los países de América Latina y el Caribe, están recibiendo alguna modalidad de cooperación técnica en salud mental por parte de la OPS/OMS, ya sea en proyectos específicos y de manera sistemática o de una forma puntual ante requerimientos concretos de los gobiernos.
-Datos claves
Los trastornos de salud mental aumentan el riesgo de otras enfermedades y contribuyen a lesiones no intencionales e intencionales.
La depresión continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales, y es dos veces más frecuente en mujeres que hombres. Entre el 10 y 15% de las mujeres en países industrializados y entre 20 y 40% de las mujeres en países en desarrollo, sufren de depresión durante el embarazo o el puerperio.
Los trastornos mentales y neurológicos en los adultos mayores, como la enfermedad de Alzheimer, otras demencias y la depresión, contribuyen significativamente a la carga de enfermedades no transmisibles. En las Américas, la prevalencia de demencia en los adultos mayores (más de 60 años) oscila entre 6,46 % y 8,48%. Las proyecciones indican que el número de personas con este trastorno se duplicará cada 20 años.
Para los trastornos afectivos, de ansiedad y por consumo de sustancias en adultos, graves y moderados, la mediana de la brecha de tratamiento es de 73,5% en la Región de las Américas, 47,2% en América del Norte y 77,9% en América Latina y el Caribe (ALC). La brecha para la esquizofrenia en ALC es de 56,9%, para la depresión es de 73,9% y para el alcohol es de 85,1%.
El gasto público mediano en salud mental en toda la Región es apenas un 2,0% del presupuesto de salud, y más del 60% de este dinero se destina a hospitales psiquiátricos.
-Hoja informativa
La mediana del gasto en los servicios de salud mental está a nivel mundial en 2,8% del gasto total destinado a la salud. Los países de ingresos bajos gastan alrededor de 0,5% de su presupuesto de salud en los servicios de salud mental, y los países de ingresos altos, 5,1%.15 En la Región de las Américas, el gasto oscila entre el 0,2% en Bolivia y el 8,6% notificado por Suriname.
Existe una significativa correlación lineal directa entre los ingresos nacionales y el gasto público destinado a la salud mental como proporción del presupuesto total destinado a la salud. La OMS recomienda que la asignación del gasto de salud esté en proporción a la carga de enfermedad, y que haya paridad entre los aspectos físicos y mentales de la atención de salud. En términos prácticos, esto significa que los servicios de atención de salud física y mental deben prestarse de forma integrada, y que el porcentaje de gasto asignado a los servicios de salud mental debe ser proporcional al porcentaje de su carga atribuible.
-Llamado de atención de la OPS a los gobiernos de la Región
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo este viernes un llamado de atención para que los estos gobiernos pongan de relieve la salud mental, área que, aseguran, ya venía sosteniendo indicadores preocupantes desde antes de la pandemia, pero cuyas cifras empeoraron tras el Covid.
Fue en una conferencia en la que se enfocaron en diez acciones para ellos “prioritarias”, reunidas en un documento que titularon Nueva Agenda para la Salud Mental en las Américas (NASMA).
Los principales oradores del encuentro fueron Jarbas Barbosa, director de la OPS; Epsy Campbell Barr, presidenta de la comisión de Salud Mental y ex Vicepresidenta de Costa Rica; y Néstor Méndez, copresidente de esa comisión y Secretario General Adjunto de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
-Argentina, un caso ejemplar
Las características de la ley de 2010 figuran en el reporte de la OPS como ejemplo a seguir para los pares de la región. La página dedicada a la Argentina incluye un texto confeccionado en base a información del Ministerio que conduce Carla Vizzotti.
El apartado se titula “Ejemplo de caso: el enfoque multisectorial de Argentina de la atención de salud mental a nivel comunitario” y, destaca los acuerdos e iniciativas impulsados en tándem con otros ministerios, durante el último año de la gestión.
-Temas de salud mental prioritarios
Jarbas Barbosa, director de la OPS, inició la reunión con algunos datos contundentes, intentando poner de relieve el eternamente ninguneado asunto de la salud mental. Según dijo, los datos recabados en el último tiempo “revelaron un aumento de problemas de salud mental como depresión y ansiedad”, algo que durante la pandemia fue especialmente duro, ya que “hubo interrupciones sin precedentes en muchos servicios de salud, incluyendo los de salud mental, justo cuando más se necesitaron”.
De hecho, ya “en 2018, a lo largo de 12 meses, el 20% de las personas de la región había experimentado algún trastorno de salud mental”.
Entre los temas que más minutos se llevaron estuvieron las tasas de suicidio de la región. No es para menos. “En las últimas dos décadas, la tasa mundial descendió, pero en las Américas, en el mismo período, aumentó 17%”, apuntó Barbosa.
-Las inequidades, motor de la mala salud mental
Según el reporte de la OPS, “en la Región mueren casi 100.000 personas al año por suicidio”. Entre 2000 y 2019, la tasa regional de suicidios ajustada por edad aumentó 17%. Pasó de 7,3 a 9,0 por 100.000 habitantes.
Lejos estamos acá de Guyana, el país que lidera la lista americana, con una tasa de 40 suicidios por 100.000 habitantes; o de Uruguay, en el tercer puesto, con un alarmante 18,8.
No obstante, sobre 33 naciones, hay que remarcar que Argentina está entre los 10 primeros de la región. En concreto, en el noveno lugar, con una tasa de 8,1 suicidios sobre 100.000 habitantes.
¿A qué se deben estas duras cifras? Epsy Campbell Barr, directora del área, lo puso sobre la mesa: la discriminación y el racismo (pensando en las nuevas migraciones de la región) así como la violencia de género son algunos de los problemas en los que más acento hay que poner. Pero se suman las tremendas cifras de pobreza.
Barbosa lo dijo en varias oportunidades: si bien la pandemia y las muertes generaron gran incertidumbre en las poblaciones, las inequidades, en concreto la pobreza extrema, se sumó en estos años como una capa adicional. Otro problema social que genera preocupaciones y grandes sentimientos de incertidumbre.
-Misiones, a la vanguardia
En medio de este cuadro de situación, Misiones está apostando desde hace años a reforzar el área de salud mental, y un paso clave que lo pone en la vanguardia nacional es la construcción del Hospital de Neurociencias, un proyecto que había sido presentado el año pasado y que ya está en desarrollo, dentro del Parque de la Salud.
El hospital posadeño será un centro de referencia en el tratamiento de enfermedades neurológicas, con la contratación de recursos humanos, médicos, técnicos y especialistas que formarán parte del equipo, y se abrirá junto con la residencia de la especialidad médica en Neurociencia.
(Con información de: OPS/OMS – Misiones Online y Canal 12)