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A pesar de sus últimos antecedentes negativos, el vicepresidente del Xeneize apostará a que el ex-director técnico de Elche le pueda inculcar una identidad al equipo.

Luego de lo que fue un exitoso primer ciclo en Lanús, en el que consiguió tres títulos locales, Jorge Almirón atravesó una seguidilla de malos resultados en resto de clubes que dirigió. Sin embargo, Juan Román Riquelme siempre lo tuvo muy bien considerado y, en esta ocasión, apuesta por él, porque pretende que pueda plasmar su estilo de juego característico.

-Cómo juegan los equipos de Almirón, la razón por la que Riquelme lo eligió

A sus equipos le podrá ir bien, regular o mal, pero algo que consiguió en cada uno, o que al menos intentó hasta el último día en el cargo, fue plasmar su estilo de juego que le termine dando una identidad a cada uno de ellos.

Por este motivo, además de cumplir como un técnico de experiencia y sin historia previa con Boca, Riquelme apuesta por él a pesar de los últimos antecedentes negativos en los que no consiguió buenos resultados.

Su sistema de juego predilecto es el 4-3-3. Almirón apuesta al juego de posición, pero no sin sentido, sino que siempre pensando en el arco rival y con un criterio propositivo. Sus equipos se caracterizan por elaborar sin desesperarse, por lo que los mediocampistas son los jugadores de campo más importantes para llevar a cabo su idea y en varios goles suelen participar hasta nueve jugadores en el armado. Iván Marcone, Román Martínez y el paraguayo Miguel Almirón, fueron la columna vertebral del Lanús con el que ganó el Torneo Local, la Copa Bicentenario y la Supercopa Argentina en 2016 y, que reflejan esto.

Además de los mediocampistas, quienes juegan un rol fundamental en sus equipos, son los laterales. Almirón busca que los marcadores de punta le den amplitud en el terreno de juego y le aporten «sorpresa» a la hora de atacar y definir las jugadas. Los laterales suelen ser los futbolistas que más tocan la pelota en los equipos del Negro.

En esa línea, Jorge Almirón apuesta a generar superioridad numérica en el mediocampo con el movimiento de los laterales de afuera hacia adentro. Los defensores centrales juegan abiertos para darle más espacio a los mediocampistas y también para la incorporación del arquero en la salida, quien en los equipos del Negro es un jugador de campo más a la hora de la gestación de las jugadas.

Maximiliano Velázquez y José Luis Gómez fueron los laterales que llevaron la idea de Jorge Almirón a su mejor versión en Lanús, mientras que Fernando Monetti es el ejemplo de lo que busca el entrenador en un arquero. Tal es así que al Mono, por saber jugar con los pies, lo llevó a San Lorenzo. Esteban Andrada fue otro de los arqueros que se amoldó a este concepto con Almirón.

Por último, vale aclarar que sus equipos suelen posicionarse en un 4-1-4-1 a la hora de defender y que para generar un circuito de juego busca la creación de “rombos” imaginarios entre futbolistas, con el fin de que ellos tengan siempre una opción de pase y triangulen. ¿Qué pasa si no puede salir jugando por una presión efectiva? No tiene vergüenza jugar a la segunda pelota, aunque sea la última opción. “Jugar bien también es saber revolearla”, dijo una vez en ESPN en 2021.

(Fuente: TyC Sports)

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