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El hoy ex radical y Diputado Nacional por Misiones, Martín Arjol construyó un muro entre las dádivas y las necesidades de la población.

 *Por Emilia Guevara

 “Arjol hizo lo que sabe hacer, cagar a la gente”, expresan varios enojados del centenario partido  en Misiones. Según las fuentes consultadas, el diputado es conocido por traicionar la palabra. Corre un mito entre los radicales que cuenta que el diputado Pepe Pianesi recibía a la gente en su oficina al lado de un acuerdo firmado, de puño y letra, que Arjol incumplió en la primera oportunidad que tuvo. Un traicionero de pura cepa.

Pero además de fallarle a sus ahora ex correligionarios, Arjol también pateó en el piso a todo un sector que hoy vive, en su gran mayoría, bajo la línea de la pobreza. No alcanzan a cubrir el costo de vida, ni los remedios, no pueden ni siquiera pagar las boletas de la luz. El mismo que había impulsado desde su bloque la Ley de Movilidad Jubilatoria, cambió el voto en siete días impidiendo la posibilidad de 7.539.270 de argentinos de vivir dignamente.

Lo que creen los dirigentes radicales que se han expresado públicamente, es que hubo, además de ofrendas económicas por parte del gobierno nacional, una especulación electoral. Arjol termina su mandato en 2025 y sabe que, luego de la derrota brutal que sufrió como candidato a gobernador en 2021, no puede volver a sufrir una exposición de semejante ridiculez como la que vivió en esas urnas. Necesita sostenerse en el cargo y lleva a cuestas el peso de haber perdido.

Es tanta la tibieza de Arjol que, además de no haber consultado con la cúpula del radicalismo misionero sus decisiones, tampoco se expresó públicamente sobre los recientes hechos aberrantes que involucran a Germán Kizcka con consumo y distribución de Material de Abuso Sexual Infantil.

 

En las últimas horas, la Unión Cívica Radical de Argentina suspendió las afiliaciones de los diputados radicales que votaron a favor del veto de Javier Milei a la reforma jubilatoria. La especulación, si eso fue, de Arjol salió mal. Ahora, ex afiliado, ya ni siquiera podrá ser candidato ni a la comisión barrial de Garupá, donde vive en la ostentosa casa que se construyó cuando ocupaba las bancas del Concejo Deliberante posadeño. La gran visión política de Arjol está hoy puesta en saber qué va a hacer cuando se terminen sus vacaciones en el Congreso de la Nación Argentina.

*Periodista (USAL) – Maestrando en Gobierno (UBA).

RMM

 

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