Se trata de vecinos de un emplazamiento relativamente nuevo, denominado El Palmar, en zona de la Reserva El Puma y próximo al Paraná, en esa localidad misionera.
La propuesta nace dentro de un grupo de WhatsApp en el cual se nuclean y comunican, por un lado, quienes ya residen en el lugar y, en conjunto con aquellos que aún se encuentran construyendo sus viviendas, pero que ingresan periódicamente al nuevo barrio, el que viene desarrollándose aceleradamente.
Cuentan que luego de los trámites para ir logrando las conexiones de los servicios básicos, se iniciaron acciones para obtener los vinculados a la provisión de internet y otros, como la iluminación pública en las esquinas, aunque el principal drama siempre fue el estado de las calles de acceso, dado que cada vez que llueve, se arman grandes lagunas que hace imposible el tránsito, incluso hasta peatonal.
Cabe acotar que hasta llegar a abordar arterias pavimentadas como la Autovía RN12, se debe andar por lo menos 1000 metros por caminos terrados.
Esa suerte de razonable hartazgo hizo que decidieran aportar una suma de dinero entre todos, para contratar una empresa privada que “arregle la calle, y al menos signifique una solución temporaria al respecto”, afirman.
Es así que, lograda la recaudación del caso, primero llegó la tosca y seguidamente una máquina vial con las herramientas correspondientes, fue culminando la tarea encomendada.
Este logro, producto de una gran acción solidaria y mancomunada, no solamente ha conseguido un buen vínculo entre vecinos, sino que también, ha despertado como correlato, una serie de nuevas ideas y propuestas, para alcanzar otros objetivos de bien común.