Por este motivo y la incertidumbre generada, es que las empresas del sector forestal no están tomando pedidos para marzo, ya no saben si van a ser rentables o no, situación por demás grave, advierte Carlos Berninger, especialista en Comercio Internacional y exportador de madera, propietario de Carber SRL (Eldorado).
Berninger explicó su visión respecto al complejo escenario actual en contacto con ArgentinaForestal.com. «La crisis de mercado y los problemas de competitividad se arrastran desde hace varios meses. Tras la decisión confirmada por el presidente de la Nación y del Banco Central de ir devaluando un 2% por mes el tipo de cambio oficial, y el proyecto de imponer retenciones de exportaciones del 15%, en lugar de dejar flotar el tipo de cambio libremente, como siempre se prometió en campaña y no aumentar los impuestos, y menos aún a los exportadores, hace que el panorama sea complejo en la industria forestal”, indicó
El contexto. “Luego de varios meses de incertidumbre vividos con un ministro de Economía que fijaba el tipo de cambio en forma unipersonal y discrecional, imponiendo distintos niveles según sector, y por tiempo determinado, ya hacía inviable proyectar cualquier negocio de exportación. Ahora vemos que en estas primeras semanas del nuevo gobierno por ahora las promesas de libertad no se están cumpliendo, al menos para lo referente a tipo de cambio oficial y dejar trabajar a los exportadores libremente y competir con los demás países en igualdad de condiciones”, dijo el empresario exportador, en relación a la aplicación de un 15% de retenciones a las exportaciones de productos forestales, principal preocupación del sector en el inicio del 2024.
-Rentabilidad cero
“Cumpliendo con estas premisas mencionadas, habiendo devaluado el tipo de cambio oficial de $370 a $800, un 125% en los papeles, pero que en la realidad con el dólar exportador ya estaba en niveles de $650 (una devaluación real menor al 25%), y teniendo retenciones del 15% llegamos a un dólar neto de exportación de $680. Es decir, estaríamos en las mismas condiciones que antes de la última devaluación, pero con el agravante de tener proyecciones de un 2% mensual en el oficial, cuando la inflación estimada de los próximos meses ronda el 30%”, precisó el exportador.
Con esta ecuación, en los próximos meses los exportadores tendrían un dólar real nuevamente cercano a los $370, pero con retenciones del 15%. No cierran los números. Sin mencionar que los costos de producción y de logística suben más del 30% mensual.
En este sentido, ya sin retenciones, si se mantiene la postura de anclar el dólar, con la devaluación proyectada la exportación, Berninger sostiene que sería casi inviable la comercialización internacional, y con las retenciones “directamente imposible”.
Por este motivo y la incertidumbre generada, es que las empresas del sector forestal con las que trabaja, ya no estarían en algunos casos tomando pedidos para marzo: “No saben si van a ser rentables o no, situación por demás grave”.
-Escenario foresto-industrial
En este contexto general, la situación particular del sector forestal es compleja. “Este segmento no debiera tener ningún tipo de retenciones a la exportación, al contrario, deberían contar con más reintegros, además de necesitar, como todos los sectores, un dólar oficial que fluctúe libremente”, agrega Berninger.
-En este sentido, se debe considerar que:
La incidencia de las exportaciones del sector forestal (Productos de madera para la construcción) a nivel global es insignificante.
Las retenciones que podrían ser recaudadas de las mismas seria ínfima. Más teniendo en cuenta que de aplicarse las exportaciones bajarían prácticamente a cero a nivel pymes. Posiblemente alguna empresa grande pueda seguir enviando algún volumen.
El 98% de las industrias que exportan madera están ubicadas en Corrientes y Misiones. Por ello, si bien a nivel nacional no son representativas, a niveles provinciales son un sector clave para la economía y fuente de empleo de estas provincias.
Durante los buenos mercados, principalmente durante los años de pandemia, más de 60 industrias tuvieron ventas al exterior. En el mercado actual, donde los precios son mínimos por la sobreoferta respecto a la demanda, de parte de Brasil, Chile y Asia, no más de 20 industrias pueden seguir con la exportación. De aplicarse las retenciones, prácticamente ninguna industria podrá seguir enviando madera al exterior.
Esto ya se advirtió y finalmente ocurrió en 2011, donde el sector pidió eliminación de retenciones y aumento de reintegros y nunca se concretó. La industria dejo de exportar por 10 años, solo unas pocas industrias pudieron enviar volúmenes mínimos al exterior. Reactivándose recién en el 2021.
La industria maderera tiene capacidad de producción para abastecer el mercado nacional y para exportar grandes volúmenes. Con mirar las estadísticas se puede confirmar esto.
Como fue mencionado en muchas ocasiones también, dada la ubicación de las industrias forestales respecto al puerto de Buenos Aires, los costos logísticos, ajenos a la industria, representan según el producto entre el 15 al 30% del valor FOB, con lo cual las empresas reciben del mismo un 70 a 85%, por ineficiencia del Estado en la oferta de alternativas de transporte y tener los puertos más caros del mundo. Para los otros productores de países con los que competimos, la logística representa a lo sumo un 5%, y no pagan retenciones. Por ello también el pedido de mayores reintegros, para compensar esta “tasa” de exportación adicional que tienen las empresas nacionales.
“Espero las autoridades nacionales puedan reflexionar sobre este tema y se excluya al sector forestal (Madera para construcción, posiciones 4407, 4409, 4418 y 4421 de la NCM) de las retenciones anunciadas. La industria maderera tiene potencial para duplicar la producción rápidamente si las condiciones se dan, y si el gobierno lo permite. Siempre que se dejó de exportar o cayeron los volúmenes fue por cuestiones ajenas a las industrias, las que a través de sus inversiones son altamente eficientes y competitivas a nivel internacional”, remarcó.
Pero dejan de serlo a la hora de afrontar los costos logísticos de exportación, los impuestos que se aplican a la misma y tener dólares por debajo de lo real.
(Con información de Argentina Forestal)