Ante el creciente número de consultas de jóvenes que atraviesan situaciones violentas en el marco de una relación sentimental, se encienden las alarmas en la comunidad médica y las familias.
En diálogo exclusivo con CE Multimedios, la psiquiatra infanto juvenil, Julia Congost (MP 07200), se refirió a uno de los grandes desafíos en las relaciones humanas: «la violencia de género en edades tempranas, síntomas de detección y alertas a las que debemos prestar especial atención».
“Generalmente, en la primera consulta, hay miedos, inseguridades y muchas preguntas en un adolescente que concurre al consultorio, sobre todo cuando son temas privados o muy personales, y no tanto en el orden de la escuela o el colegio” señaló la profesional, sobre los primeros encuentros con sus pacientes.
Si bien en la actualidad, cada vez es más común que los niños y adolescentes asistan a algún tipo de terapia, “no dejan de aparecer los miedos a contar lo que les está tocando vivir, y es donde nosotros como profesionales tenemos que brindarles un ecosistema amigable, que no sólo les permita sacarlo para afuera, sino generarlos la confianza suficiente para poder trabajar sobre la situación y que ello sea una herramienta para tomar decisiones que mejoren el contexto”.
“La violencia de género no tiene una edad estipulada como se piensa”
“La violencia de género no es un asunto solo de adultos, porque no tiene una edad estipulada como se piensa en la mayoría de las veces o como se suele instalar” indicó la profesional y, añadió que “hoy en día, en el consultorio, es alarmante escuchar situaciones de violencia dentro de la pareja de dos adolescentes y hay que empezar a tratarlo lo antes posible, apenas el paciente refleje la situación por la que está atravesando, porque si lo tomamos como ‘algo de chicos jóvenes’, le estamos sacando validez al relato de una víctima”.
El rol de las familias
Partiendo de este foco, no sólo es importante que se tenga en cuenta que, hoy en día, cada vez más adolescentes comienzan una relación en la pre adolescencia, sino que también hay que prestarles especial atención a los vínculos con las familias involucradas. “Si yo soy mamá de una o un joven de 13 años que me dice que está ‘saliendo’ con una chica o chico de su edad, o de más o menos su edad, tengo el deber como padre de sentarme a hablar del tema con mi hijo, no sólo porque es un tema delicado e importante para la edad, sino que es indispensable para ver cómo está afrontando la situación con la otra personas, cual es el diálogo, como se establece la relación, cuáles son los factores que intervienen entre ellos, en fin, como se da esa relación entre dos” destacó Congost.
Remarcó además que “indudablemente, todos, de alguna u otra manera, copiamos o tenemos incorporados los modos en los que nos manejamos cotidianamente, entre amigos, en la escuela, en el colegio y fundamentalmente en la familia, y si no hay diálogo con el joven, es muy difícil establecer una línea de guía y contención en situaciones tan delicadas como estas”.
Reconocer la violencia
Por otro lado, al ser consultada por el reconocimiento que observa en los jóvenes sobre la violencia en la pareja, señaló que “muchas veces se generan dudas en las pacientes que acuden a su cita médica y no saben cómo explicar la situación que están atravesando, hasta el punto de consultar si está bien que siendo tan chicas puedan decir que lo que les pasa es violencia de género o no”.
Sobre ello, la profesional de la salud mental remarcó que “violencia de genero son todas aquellas acciones dañinas ejercidas a una persona en razón de su género, entonces es importante que se tenga en cuenta que violencia de género no es un exclusivamente un golpe físico, sino también la violencia sexual, la violencia psicológica, la violencia de control”. Añadió que “hoy en día, los celos por fotos en redes sociales, con quien se habla o quien deja un comentario, es un desencadenante de situaciones violentas mucho más que encontrarse o saludarse con alguien de manera presencial, sobre todo en las edades tempranas”.
«Es muy fuerte y notorio ese cambio, en los últimos años, en las jóvenes que traen estas situaciones a consulta, y creo que es un cambio que viene de la mano de los cambios de la sociedad” indicó. Además, destacó que “para que las jóvenes se animen a visibilizar sus temas más íntimos y personales, es fundamental un funcionamiento en conjunto, tanto desde la salud, como lo familiar, y la justicia es un factor que muchas veces juega un papel muy importante a la hora de animarse a contar lo que vivimos: es decir, si vemos que los casos son abordados con seriedad y van en búsqueda de la justicia, eso hará que haya una red de contención y que no se opte por el silencio”.