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El jefe del Tesoro norteamericano, en sintonía con Caputo y Milei, ignora la crisis y apuesta a mejorar expectativas con promesas. El dólar volvió a subir pese a la intervención estadounidense en el mercado.

Tras el impacto negativo que tuvieron sobre la plaza financiera local las palabras de Donald Trump en su encuentro del martes con Milei, el titular del Tesoro de Estados Unidos volvió al rol de tutor del mercado argentino para evitar que el valor del dólar extendiera la trepada. Pero solo tuvo exito por poco tiempo: el dólar volvió a rebotar antes del cierre. Sus promesas ya no convencen.

Scott Bessent utilizó sus dos herramientas predilectas para incidir en las expectativas de los operadores bursátiles argentinos: por un lado, ordenó ventas de dólares en el mercado cambiario mayorista (algunos prefieren llamarlo «compra de pesos», que es lo mismo pero suena más extravagante) para bajar la cotización de la divisa y, por otro lado, lanzó un anuncio que pareciera engrosar la ayuda financiera que el gobierno puede llegar a recibir.

«Estamos trabajando en una facilidad de 20.000 millones que estaría junto a nuestra línea de swap, con bancos privados y fondos soberanos que, creo, apuntarían más al mercado de deuda», dijo a periodistas en Washington. «Así que eso totalizaría 40.000 millones para Argentina», sugirió Bessent.

Con la primera intervención, EE.UU, apenas logró un impacto positivo pasajero, ya que al cierre de la jornada el dólar volvía a escalar posiciones. El mayorista, que con la intervención extranjera bajó a 1360, cerró el día en 1380 pesos. Los financieros y el paralelo se mantuvieron entre 1440 y 1455 pesos. 

-La magia perdida

Del mismo modo, el mágico salto del salvataje por 20.000 millones a megapaquete de 40 mil millones, padeció de la misma falta de precisiones que los compromisos arrojados al aire en las oportunidades anteriores. Bessent confirmó además a la prensa que el Tesoro había operado en el mercado cambiario argentino para equilibrar el exceso de demanda de dólares que empujaba hacia arriba su valuación, pero como sucedió el jueves anterior, tampoco informó el monto involucrado.

Ya nadie espera en la plaza local que las intervenciones puntuales o las promesas de mega ayudas tengan un efecto mínimamente duradero.

«La tendencia del mercado a la dolarización de cartera, es decir, salir del carry trade (*) en pesos para comprar dólares se mantiene. Ese comportamiento arrastra al dólar hacia arriba y a los bonos hacia abajo, sendero que sólo se detiene o se demora cuando aparece el Tesoro de Estados Unidos vendiendo dólares, pero después el mercado retoma el anterior sendero», graficó este miércoles un veterano operador de la plaza.

-Megapaquetes y malas políticas

Alejandro Vanoli, ex presidente del Banco Central, hizo la siguiente valoración al ser consultado por Página 12: «No hay ningun megapaquete financiero que te solucione una mala política». Recordó que el régimen financiero, cambiario y comercial está generando un desequilibrio en las cuentas externas casi desde el inicio del actual gobierno. Primero resuelto por un blanqueo extraordinario a mediados de 2024, luego con una ampliación excepcional de la deuda con el FMI en abril pasado y ahora, apenas seis meses después, a través de una promesa de acuerdo de condiciones desconocidas con Estados Unidos.

«Hasta ahora, el único aporte concreto de Estados Unidos han sido las intervenciones en el mercado cambiario para frenar la suba del dólar, eso te resuelve las operaciones del día pero no el desequilibrio permanente, porque siguen sin entrar dólares por el lado de las expotaciones», advirtió. «Lo demás, son anuncios lanzados al aire por Bessent para generar expectativas favorables en el mercado argentino, pero sin garantizar el ingreso de un solo dólar, por ahora».

«De la Rúa anuncia hoy el blindaje financiero», decía la tapa del diario Clarín en los primeros días de noviembre de 2001. «La noticia será difundida en Buenos Aires y, simultáneamente, por el FMI en Washington. El paquete llegaría a u$s 38.600 millones. Habrá aportes de bancos, de organismos y de España», informaba más abajo la misma página del periódico.

Lo recordó en su cuenta en las redes Vanoli este miércoles, señalando las similitudes con el salvataje actual. En aquella oportunidad, el compromiso nunca pasó de una promesa. «Lo simbólico es que, como entonces, se trata de actuar desde afuera sobre las expectativas de adentro pero con mensajes al aire, sin modificar las malas políticas económicas sino respaldándolas».

Tal cual lo reflejó un informe de Morgan Stanley dado a conocer el mismo día de la reunión de Milei con Trump en Washington, las expectativas de devaluación post 26 de octubre se mantienen firmes, aun en el hipotético caso de que el gobierno nacional obtuviera un muy buen resultado en las legislativas. En el caso más favorable al gobierno, estimó que el dólar podría estabilizarse en torno a 1700 pesos hacia fin de año. En el menos favorable, probablemente busque un valor superior a los 2000 pesos.

-Milei volvió y habló

Este miércoles, en sus primeras declaraciones luego de regresar al país, el presidente Javier Milei ratificó una vez más que el sistema de bandas cambiarias se mantendrá y descartó de plano una corrección en el precio del dólar. Consideró que todo el ruido en materia económica y en el mercado cambiario quedará despejado después del 26 de octubre. Y rechazó que el apoyo de EE.UU. esté condicionado a los resultados de las elecciones legislativas.

 Descartó, además, que Donald Trump pida algún beneficio relacionado con la soberanía del país a cambio del apoyo financiero, y explicó que se trata de una visión estratégica de la política internacional por parte del presidente norteamericano, que considera a la Argentina como aliado. «Lo ha manifestado en palabras y hechos, añadió.

(Fuente: P12)

(*) Carry trade significa tomar prestado dinero en una moneda con bajas tasas de interés e invertirlo en activos denominados en una moneda con tasas de interés más altas para beneficiarse de la diferencia de tipos de interés. En el contexto argentino actual, esto se ha popularizado como «bicicleta financiera» y consiste en vender dólares para invertir en instrumentos en pesos (como letras, bonos o fondos de alta rentabilidad) que generan una ganancia mayor que la apreciación del dólar. Sin embargo, es una estrategia especulativa que conlleva riesgos, ya que si el dólar sube por encima de la ganancia obtenida en pesos, el inversor pierde poder adquisitivo en dólares.

Cómo funciona

Vender la moneda de bajo costo: Se venden dólares (que tienen una tasa de interés baja).

Invertir en la moneda de alto costo: Se compran instrumentos en pesos que ofrecen una tasa de interés más alta (como Lecap, bonos o fondos money market).

Generar ganancia: La ganancia proviene de la diferencia entre la tasa de interés de los pesos y la tasa de interés de los dólares. La idea es que la ganancia en pesos supere la posible devaluación del peso frente al dólar.

Volver al punto de partida: El objetivo final es recomprar dólares con los pesos ganados, esperando que el tipo de cambio no haya subido tanto como la ganancia obtenida en pesos.

Riesgos

Volatilidad del dólar: La principal amenaza es que el dólar suba más rápido que la tasa de interés de los pesos. Si esto ocurre, se pierde dinero en dólares.

Especulación: Es una estrategia especulativa que no tiene garantías. Si la devaluación del peso es mayor a la ganancia en pesos, el resultado es una pérdida.

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