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Entre la quita de subsidios y una nueva fórmula que definió el gobierno nacional para actualizar el costo de distribución, los aumentos serán mensuales.

Las últimas decisiones del ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad), impactarán fuertemente en los aumentos que recibirán en sus boletas los usuarios de Edenor y Edesur del Área Metropolitana de Buenos Aires. Algunos casos superarán el 300% de aumento.

Los tres principales puntos que darán lugar a esos aumentos son, el incremento en el precio mayorista de la energía que pagan en la boleta los usuarios considerados como de altos ingresos, un salto de hasta 520% en la retribución que reciben las distribuidoras y una nueva determinación de los usuarios según su nivel de consumo. A eso se sumarán, desde mayo, actualizaciones mensuales en el costo de distribución y el nuevo criterio de asignación de subsidios que prepara la secretaría de Energía, el cual será más restrictivo que el actual.

El primero de los cambios que realizó el ENRE fue reducir de nueve a cuatro la cantidad de categorías de usuarios residenciales por consumo, dentro de un esquema que carga un mayor costo de manera progresiva, es decir: más gasto, más se paga. Los nuevos escalones son R1 con un tope de 150 kwh por mes, los R2 hasta 400 kwh, en donde se concentra el 70% de los hogares, los R3 hasta 600 kwh y los R4 con más de 600 kwh.

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En paralelo, hubo un aumento en el costo variable que representa el precio del kilovatio hora (kWh) y del costo fijo que es la remuneración de las distribuidoras por la estructura del servicio cuyo aumento puede llegar al 420 por ciento. Vale aclarar que todos los usuarios, según su categoría residencial, pagan lo mismo por este concepto ya que los subsidios se dan sólo en el costo de la electricidad, el otro gran componente de las boletas. Después están los impuestos y, en menor medida, el transporte.

Las subvenciones se encuentran segmentadas desde finales de 2002 en tres universos en relación a sus ingresos respecto a la Canasta Básica Total (CBT) del Indec y otros criterios de asignación como la tenencia rodados con menos de tres años de antigüedad, embarcaciones de lujo o aviones: altos ingresos (N1), bajos ingresos (N2) y medios ingresos (N3).

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El mayor impacto de esa medida lo sentirán los comercios, las industrias y las pymes con un efecto promedio del 200 por ciento. Pero los comercios chicos son los que recibirán el mayor costo con un incremento del 430% en el concepto energía que puede ser del 500% si se le suma las actualizaciones por distribución.

Por su parte, el ENRE informó que desde mayo habrá una nueva fórmula de actualización del Costo Propio de Distribución compuesta por 55% el índice de salarios, 25% por la inflación mayorista y 20% por la variación de precios minoristas (IPC) del Indec. Algo similar sucederá con la tarifa de transporte. Esto tendrá como resultado que las boletas aumentarán todos los meses solo por esos conceptos y no se reducirá la carga de subsidios.

De todos modos, la asignación será más restrictiva que la actual en busca de ajustar en 0,5 puntos del PBI las subvenciones este año. El consumo subsidiado no será de hasta 400 kWh como hasta ahora, mientras que quienes tengan un auto o una moto de menos de cinco años de antigüedad.

-Las PyMEs en alerta, temen ola de cierres

El plan licuadora y motosierra, que el gobierno de Javier Milei implementa a una velocidad prácticamente inédita, tiñó los indicadores sociales y de la economía real de un color rojo intenso. El escenario recesivo es una realidad palpable en los bolsillos, en la calle, en las fábricas y en los comercios. Y promete agudizarse. Los comerciantes están en alerta de cara a marzo, un mes que promete ser bisagra. (Á)

El derrumbe del consumo es el reflejo de la licuación de los salarios y las jubilaciones producto del fogonazo inflacionario que se desató tras la devaluación de diciembre (la más abrupta desde la salida de la convertibilidad) y la nula política de ingresos desplegada por el gobierno, en lo que parece ser la apuesta a que la inflación termine por aflojar en algún momento a partir del ancla recesiva. (Á)

 La entidad de Industriales PyMEs Argentinos (IPA), advirtió por el impacto de los aumentos de las tarifas energéticas en los precios de los productos que elaboran y, alertaron por una crisis del sector a causa de la inflación, la caída del consumo, la falta de competitividad exportadora, la apertura de importaciones y la pérdida de empleo.

El presidente de la entidad, Daniel Rosato, señaló que las PyMEs industriales están expuestas a un triple aumento de la energía que provocará un círculo vicioso, que redundará en caída del consumo, pérdida de empleos, inflación y destrucción de fábricas”.

En este sentido, destacó el impacto en las tarifas de luz para las empresas y el traslado que se verá en la comercialización de los productos al detallar que en la factura de enero hubo un incremento de 40% en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), dispuesto por Cammesa. A eso hay que sumarle aumentos en febrero y abril, que acumularán un 314% para la industria, lo que significará un 30% de aumento en góndola”.

Al explicar las consecuencias del incremento sostuvo que “el fuerte aumento de la energía provocará más inflación, el dólar atrasado genera problemas en el comercio exterior, y la crisis del mercado interno, por caída de poder adquisitivo y la producción, agravará la situación de los trabajadores y otra vez, pegará en el consumo”.

El dirigente industrial señaló que no se trata de un discurso temerario, sino de una advertencia para poder analizar la situación y ver qué hacemos, ante la posibilidad de la profundización de la crisis económica” en otro pedido al Gobierno nacional para avanzar en un diálogo que evalúe soluciones para el sector.

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