La posadeña aprovechó sus días libres para darse una vuelta por Misiones y recargar energías de cara a lo que resta de la temporada con Palmeiras en Brasil.
La parada es obligada para Yami después de cada acontecimiento importante que ocurre en su vida. Así lo fue cuando se convirtió en la máxima goleadora histórica de Boca y también cuando abrochó el tercer puesto de la Copa América junto a la selección argentina.
Hoy toca reencontrarse con sus seres queridos en un momento poco feliz después de la prematura eliminación de la Selección en el Mundial y los constantes ataques que recibe a su persona en las redes sociales por su fanatismo al delantero portugués Cristiano Ronaldo -al quien tiene tatuado en una de sus piernas.
“Lo que más necesitaba en estos días. Pasar un rato con mi familia y estar con mamá; los amo mucho y gracias por estar en todo momento”, escribió en su cuenta de Twitter. Al mismo tiempo subió fotos con sus seres queridos que la esperaron con varias sorpresas en el barrio A 3-2.